Hay en Sallent unos bancos estratégicamente colocados, a la orilla del Aguas Límpias, en los que me encanta sentarme en las tardes de otoño para, entiéndeme, charlar en silencio, oir el murmullo del río a los pies y, si se tercia y apurando la cosa, hacer algún dibujillo como este de hace un par de semanas.
Estoy deseando que termine el verano y empiece a amarillear el paisaje para volver, un octubre más, a empaparme de rojos, ocres, sienas, tostados, sombras, sepias, carmines, amarillos, y sobre todo de esa tenue luz que lo inunda todo al final del día y que me produce una especie de agradable melancolía que me lleva años atrás, hasta donde los recuerdos quedan tan lejanos que tienes la sensación de que quedan a demasiados pasos de ese momento.
Pilot y W&N en Moleskine, no sé, siempre me arrepiento de meter color en estos apuntes, no sé no sé...
5 comentarios:
Qué razón tienes Manu. Que acabe el verano ya, que vuelvan los ocres, los ocasos melancólicos, el frío, el calor de casa, el recogimiento. Hasta los eggs de tanto sol. Y que ello nos permita nuevamente momentos y apuntes tan bellos como el que nos muestras.
Un abrazo.
Ahhh. y que no se te courra dejar de meter color, sin pasarse, pero sí unos toques, esos tuyos tan personales.
Hola Manu,
me encantan tus dibujos y me parecen geniales,
a mi me pasa lo mismo que a ti, estoy deseando que acabe el verano, y que vuelvan las temperaturas suaves aunque aqui en Sevilla.. . lo de suaves tiene su aquel¡,
Ah y sigue poniendo color, los colores oscuros gustan pero en su justa medida, eh¡
un saludo.
Me gusta mucho ir por esos puentes de madera, muchas veces cuando subo a comprar doy la vuelta por allí, entro en el supermercado, charro con Mónica y me voy por otro puente ... Besicos.
Un apunte fresco y estoy con los demás en cuanto al color - unos toques le sientan fenomenal! Un abrazo desde Ourense!
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