Inevitablemente, y cuesta decirlo, los hijos van creciendo; ves con cierta nostalgia como aquellos rompetechos de hace cuatro días se han hecho adultos sin darte cuenta y se han roto tus protectores argumentos de antaño y quieren probarlo todo y tienen razón en todo y saben más que tú en todo y todo lo que les dices, porque eres más viejo y tienes miedo de todo, parece que les estorba en todo; y no puedes hacer planes porque se desbaratan todos, y luego va y dice William que se va con sus colegas a la presa de Bierge, y Georgito que se va unos días con su amigo Sopena, y Heleniten que ya no sabe si esta aquí o en Berlín o en Madrid o yo qué sé....y entonces voy y le digo a MJ que este año nos vamos unos días a la playa y que el que quiera venir que venga y el que no que se quede y que como ya estoy hasta el gorro nos vamos para estar solos, pendientes el uno del otro, levantarnos tarde y mirar el mar en lugar del reloj y pasear mojándonos los pies, y comer ensaladas y fruta....bueno, el sábado hice un arrocito con bogavante...y, en fin, esas cosas.
Segur de Calafell.
Hemos estado en casa de Manen, desde cuya terraza se ve esto...
...le he metido caña a la barandilla para alejar el puerto hasta donde realmente está; ya no hay marcha atrás...
...y no quiero terminar esta entrada sin incluir un óleo que pinté con trece años, en el 74, ¡toma ya!, y que Manen tiene en su casa de Segur desde entonces y que cuando lo veo me da un no sé qué.

Segur de Calafell.
Hemos estado en casa de Manen, desde cuya terraza se ve esto...
...y esto...
...le he metido caña a la barandilla para alejar el puerto hasta donde realmente está; ya no hay marcha atrás...
...y no quiero terminar esta entrada sin incluir un óleo que pinté con trece años, en el 74, ¡toma ya!, y que Manen tiene en su casa de Segur desde entonces y que cuando lo veo me da un no sé qué.
