Tras leer esta tarde en el periódico que la Estación de Canfranc sigue abandonada a su suerte rodeada de vallas medio tiradas, entrevias sucias de maleza y basura, vagones viejos y destartalados, he querido brindar este pequeño homenaje al sitio donde vivió mi padre varios años, allá por los finales de los años treinta, período de verdadero esplendor de esta joya por la que a muchos debería caérseles la cara de vergüenza. Claro que si lo que no tienen es vergüenza ya me contarás.
Mira, esta especie de minitontería que llevaba mucho tiempo por salir es un
garabato de una serie de cuatro, que hice hace unos años, de temas del
Altoaragón. Ya sabes de tantas veces que mi mala memoria me impide poner
que si el papel, que si la tinta, que si tal y que si cual.
Y este segundo que repite función, lo subo por el tema. Schmincke sobre
Arches (50x70) que expuse hace un par de años en Huesca y que estará en
alguna sucursal de la CAI, espero que en el despacho del director. Pinté el cielo tres veces tras pasarlo por la ducha hasta que me gustó. La verdad es que este papel aguanta hasta un zapateado. Y el Gris Payne Azulado queda niquelao. ¿A que sí?
No hay comentarios:
Publicar un comentario