Unos dias por Öesterreich, recorriendo en coche sus fantásticos paisajes, nos ha llevado, entre otros sitios que ya os enseñaré, a la coqueta ciudad de Innsbruck. El calor agobiante de estos días en toda Europa hizo que me plantara a media tarde ante el Tejado de Oro del Emperador Maximiliano, con el Moleskine con el que ya os amenacé hace unos días y, por supuesto, una de esas birras de medio litro de las que sólo saben tirar en esas tierras.
El Moleskine es acuarelable, Pilot y las acuarelas de Winson&Newton, una cajita de esas que caben en cualquier bolsillo y tenía, la verdad, abandonada.
Dicen que el Tejado no es de oro de verdad, lo que pasa es que Maximiliano era un poquillo vacilón, pero ¿a que es guay?
El Moleskine es acuarelable, Pilot y las acuarelas de Winson&Newton, una cajita de esas que caben en cualquier bolsillo y tenía, la verdad, abandonada. 
Dicen que el Tejado no es de oro de verdad, lo que pasa es que Maximiliano era un poquillo vacilón, pero ¿a que es guay?
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