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Hoy he llegado a casa con tiempo para arreglar la lamparita del recibidor y como me ha sobrado tiempo he arreglado también uno de los foquitos del baño de MJ (que llevaba estropeado ni lo sé), todo esto contando con que para acceder a la caja de herramientas casi necesito un machete y vestirme de Tarzán porque MJ tiene de macetas la terraza como para creer que te encuentras en la selva de aquella fantástica peli que se titula "Greystoke", y como aún me ha sobrado tiempo, y esto es la más importante, quería pintar alguna tontada que acompañara esta entrada, y como estaba en la terraza aqui tienes lo que se ve: los campos recién cosechados, más allá la Ermita de Salas, más allá los árboles que rodean el cauce del Isuela, más allá....

Mañana cumplo cincuenta años y tengo una sensación como si fuera un fin de ciclo, una meta volante, ya me entiendes, has cubierto una etapa pero la carrera aún sigue.
Como al principio de año, cuando te embarcas en nuevos propósitos, todos fantásticos, eso sí, y que nunca llegas a cumplir, si he de hacer uno, para el resto de mi vida quiero:
-No agobiarme por nada.
Si, creo que con esto me conformaría, si, si.
Y, por supuesto, volver a Sourmenia.
Y tiempo.
Para pintar.
Para pasear.

¿Ves? El pasado domingo me habría quedado en Sallent sólo para contemplar ese brillo plateado de los tejados de pizarra cuando viene tormenta.
Si, tiempo para vivir....

¿...QUE HASTA DONDE ESTOY DEL VERANITO?

Odio el calor.
Este finde no nos hemos movido de Huesca, Tute había organizado ayer por la tarde una quedada de viejas glorias, te explico, los amigos que cumplimos cincuenta esta temporada, o sea, todos. Fué muy agradable porque una reunión de casi todos hasta hace poco era tarea casi imposible: los que se tenían que casar ya estan casados, los que se tenían que solterizar ya estan solteros, los hijos, todos imberbes, te impiden mantener una vida social fuera de horarios razonables.... Todo esto, como la fruta, ha ido madurando con que nos fuimos a dormir a eso de la una después de mil batallitas, pelotazos varios de un Crianza del Somontano muy rico, y para broche un gintonic de Bombay que casi hizo que me despidiera con un beso en los labios de mi buen amigo JoséLuis, con el que, la verdad, últimamente nos vemos demasiado poco.
Total que esta mañana me quería morir.
Me he tirado el día en la terraza donde el calor horrible de estos días es más llevadero.
Odio el calor.
Y es que el calor me mata.
Por matar me mata hasta las ganas de pintar, y para que no pienses que se me ha tragado la tierra, subo hoy una acuarela de hace un par de años que tiene en casa otro buen amigo. Es una vista de la Catedral desde la calle Latre, en pleno casco histórico de Huesca.

Que majos quedan los contraluces, ¿verdad?
La pinté con Schminke en Arches de 300, de ese que va encolado, de 18x26, tamaño por cierto muy apropiado para estos días de canícula en los que medidas más grandes hacen que, con toda seguridad, si te llega la inspiración, no te pille pintando precisamente.
Odio el calor.
El sábado que viene a Sallent, por lo menos dormiremos con manta.
¿No te mueres de envidia?

LA SIEMPRE ESTUPENDA EXPOSICIÓN DE LOS PINTORES DEL CASCO VIEJO EN LOS CLAUSTROS DE SAN PEDRO EL VIEJO

Creo que, con esta entrada, he batido el record de salto de longitud en títulos de entradas, y no me he caido de chiripa.

Como todos los años por finales de junio y con motivo de las fiestas del Barrio del Casco Viejo de Huesca, que celebra el día de San Pedro, la comisión de fiestas me invita a participar en la muestra que, con obra de los artístas vinculados al barrio, se celebra en el sitio más increible donde un pintor puede colgar su obra: el Claustro de la Iglesia de San Pedro el Viejo.

Como estoy pelao de obra he tenido que rebuscar entre las carpetas hasta dar con unos apuntes arrancados del cuaderno, que han quedado chachis por cierto, dejando incluso la huella de la espiral, y que han gustado mucho.
Por descontado que el apunte de Lindau, sorteado recientemente, y, con el permiso de su legítimo propietario, en este caso propietaria, iba con el puntito rojo que tanto me gusta poner a mí y tanto fastidia a algunos que no nombraré en este momento, aunque me da pié para reivindicar el papel que representamos los siempre aprendices de este fantástico mundillo del arte, tema este que trataré más extensamente en otro momento.
Cuando tenga ganas.
Ahora no.

¿A que el sitio es guaydelparaguay?