El Monasterio del Pueyo. para el que no lo conozca es uno de los más emblemáticos lugares del Somontano de Barbastro.
Atalaya desde la cual se pierde la vista entre viñedos, olivares y, como no, sirve de terraza desde la que contemplar el imponente y cercano Pirineo.
Pasando por la carretera, a escape, sólo da tiempo de echar una miradita hacia arriba y verlo así, imponente.
Aunque sé de buena tinta que se come bastante bien en el pequeño restaurante que los monjes han abierto allá arriba, no he estado más que una vez, de esto puede que haga ya casi veinte años.
Con la intención de echar el rato viendo tiendas, MJ y Heleniten me acompañaron una tarde a Barbastro, aprovechando que yo me examinaba en la UNED de Derecho Romano, sin haber estudiado gran cosa, todo sea dicho de paso.
Pasando por delante del Monasterio pensé que sería buena idea parar un momento y pedirle a la Virgen del Pueyo que me echara una manita en el examen.
Últimamente he pasado por allí varias veces, la suerte ha querido que la mayoría de las salidas al monte de este año hayan sido a la parte oriental del Pirineo, y siempre recuerdo aquella tarde y me digo lo mismo, que la Virgen debió pensar: "Éste paBo me viene aquí a pedir que le ayude a aprobar sin haber tocado el libro....¡anda ya!"
Volví en septiembre.
El apunte, de foto, en Canson de 200grs con Rotring y W&N.
Atalaya desde la cual se pierde la vista entre viñedos, olivares y, como no, sirve de terraza desde la que contemplar el imponente y cercano Pirineo.
Pasando por la carretera, a escape, sólo da tiempo de echar una miradita hacia arriba y verlo así, imponente.
Aunque sé de buena tinta que se come bastante bien en el pequeño restaurante que los monjes han abierto allá arriba, no he estado más que una vez, de esto puede que haga ya casi veinte años.
Con la intención de echar el rato viendo tiendas, MJ y Heleniten me acompañaron una tarde a Barbastro, aprovechando que yo me examinaba en la UNED de Derecho Romano, sin haber estudiado gran cosa, todo sea dicho de paso.
Pasando por delante del Monasterio pensé que sería buena idea parar un momento y pedirle a la Virgen del Pueyo que me echara una manita en el examen.
Últimamente he pasado por allí varias veces, la suerte ha querido que la mayoría de las salidas al monte de este año hayan sido a la parte oriental del Pirineo, y siempre recuerdo aquella tarde y me digo lo mismo, que la Virgen debió pensar: "Éste paBo me viene aquí a pedir que le ayude a aprobar sin haber tocado el libro....¡anda ya!"
Volví en septiembre.
El apunte, de foto, en Canson de 200grs con Rotring y W&N.