Nada, que no quiere nevar; he visto en la tele el Valle de Tena y parece más que estemos en octubre que en enero. Pero eso no quita que la primera entrada de este año recién puesto en el calendario sea esta acuarela de nieve que pinté hace bastante más de diez años y que muestra el principio, nevado, del camino cabañera que, desde la salida de Sallent por la carretera vieja, sale casi en linea recta hacia Formigal.
Paseo muy agradable para las tardes de verano, rodeado de pastos donde mis hijos aprendieron a esquiar las mañanas de los fines de semana de invierno llenando los prados de culazos y risas.
El caso es que me hace pensar en el comentario sobre la luz de los blancos que recibí hace unos días en una antigua entrada (click)... ya sabes lo que pienso: no pinto más que lo que veo, pero los blancos, eso si, son como los silencios, suelen ser tanto o más elocuentes que las palabras, ¿las palabras?, perdón, quería decir los colores.
Hace tanto tiempo de esta acuarela, que es de la colección de MJ, que ni me acuerdo de qué papel ni de nada, disculpa.
4 comentarios:
Hace 10 años ya pintabas así?...Joé. Es buena, buena, buenísima esta acuarela, precisamente por lo que comentas de los blancos. No me extraña que MJ se la haya quedado para sí. A ver si aprendo yo a manejar así los blancos, que casi siempre me paso de color.
Un abrazo.
La acuarela es fantástica, realmente. Esos blancos con sus matices, es verdad, nos transmiten ese ambiente invernal, de silencio y soledad, que este año se está haciendo de rogar. Un abrazo!
pues humildemente creo que has ganado audacia, atrevimiento y que juegas con la pintura con desparpajo... me gusta ese Manuel un poco gamberro de ahora. Eso no quiere decir que esta obra no sea fantástica ( que lo es).
un abrazo
Me llega el frio y ese entorno de invierno que tan bien has plasmado.
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