domingo, 11 de septiembre de 2011

LA CATEDRAL, CAMINO DEL DENTISTA

El jueves estuve en el dentista.
Si en esta vida hay algo que me aterrorice es levitar en esos asientos que te voltean arriba, abajo, ... abre la boca, respira por la nariz, que me ahogo, que quita la lengua, ¿cómo coño voy a quitar la lengua?, que ahora no cierres, que ahora ese ñiiiiiiiiiiiiiiiiiii que te hace vibrar hasta lo más íntimo, ahora te ponen esos algodones, me ahogo, cierra, abre, muerde, abre otra vez,....
Mi destista se llama Úrsula y es un encanto de mujer, todo hay que decirlo, ha conseguido que le pierda un poco el miedo, que no el respeto.

El caso es que, entre que yo tenía hora a las nueve y MJ se iba a su mensual reunión de trabajo en Chepilandia, nos levantamos un poquito más tarde, desayunamos más despacio y luego nos sentamos en la terraza a hacer hora que al sol y con el fresquito matinal de este fantástico septiembre se estaba de pistong.
Luego me fuí, como los Reyes Magos, por otro camino. Aproveché para alparcear el escaparate de "La Casa del Pintor", que siempre me gusta ver lo que pone Cristóbal, y, ¡oh sorpresa! tenían esta fruslería que pinté ni sé cuando, y que le pasé hace algún tiempo en una carpeta con más tonterías y que, no con la celeridad que yo quisiera, va vendiendo en la tienda.
Es un apunte de la catedral de Huesca desde el ático de una casa del Barrio de San José.
Pilot, Schminke sobre Arches de 300grs. La medida no la sé exactamente pero no será más de 10x10; lo dicho una tontería.

2 comentarios:

Francisco Carrasco dijo...

Magnífico. Belo desenho. E realmente, os dentistas são de colocar temor a qualquer um. Há tanta tecnologia, e aquelas máquinas ainda a gritarem. Abraço.

ManuelLorés dijo...

Gracias por su amable comentario, Francisco.

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