SOURMENIA, al fin...

Camino de Lindau, desde Innsbruck, es parada obligada la visita al minúsculo Principado de Liechtenstein, excusa perfecta para, aprovechando que sales de la autopista, acercarte a la encantadora y desconocida República de Sourmenia.

Su capital, Sourmeniachk (qué originales), a orillas del lago Arrasalchk, está rodeada de picos y montañas donde los amantes del alpinismo, Hombres de las Montañas, encuentran los más peligrosos retos del Viejo Continente. Como nuestro tiempo era escaso nos limitamos a pasear por sus estrechas callejuelas, con casas de madera y cientos de macetas con geranios, petunias,...cuya magia ha hecho que fuera nombrada por la Unesco hace no sé cuantos años Patrimonio de la Humanidad.Lo mejor sin duda, un coqueto restaurante al otro lado del embarcadero de donde salen las barcazas que cruzan hasta el otro lado del lago, y en donde tomé este rápido apunte, mientras esperábamos que la rubia y buenísima camarera -¡Jesús, que escote!- que atendía nuestra mesa trajera las cervezas heladas y los codillos con salsas indescriptibles.... jamás olvidaremos este sitio, palabra.
Moleskine, Pilot, Winson&Newton.
((...¡Joder, que buena estaba la tía!...))